EL HOMBRE DE LAS TABERNAS | RANERO

Este fin de semana hemos vuelto a Ranero. En esta ocasión la vía elegida ha sido El Hombre de las Tabernas.

Croquis

La línea comienza bastante a la derecha de la Gautxori, justo al lado de la aguja de Ranero. El primer largo (6a+) atraviesa en travesía bajo el marcado desplome que tenemos sobre nuestras cabezas. Un parabolt, un clavo y un par de puentes de roca nos protegen el recorrido. Una vez bordeamos el extraplomo la reunión nos quedará a la izquierda, sobre dos parabolts con un cordino y un maillón.

Yo en el L1

Koldo llegando a la reu

Siguiendo por la canal evidente de nuestra derecha sale el segundo largo (6a+). Una vez chapado el puente de roca giramos drásticamente hacia la izquierda por una fisurita para poder alcanzar unos pasos de placa equipados con un parabolt. Reunión en un gran nicho.

Koldo al inicio del segundo largo

Desde aquí salimos hacia la izquierda hasta llegar al filo del espolón, lo sobrepasamos y ya veremos los seguros. Una vez chapado el primer bolt, el segundo nos queda un par de metros por encima, sin embargo no hay que atacar esa placa de frente, si no que debemos ir primero hacia la izquierda y después volver a la derecha para llegar hasta el segundo expansivo. Continuamos en diagonal a derechas (hay otro parabolt más arriba) hasta alcanzar una incómoda reunión de dos parabolts con un cordino (6b).

Yo en el 6b

El cuarto largo (6a), es una tirada muy cortita, de unos 15 metros más o menos. Aunque algo desplomado, hay buenos cantos hasta llegar a una zona más rota en mitad del jardín. Reunión en un árbol.

Koldo justo al inicio del cuarto largo

Para terminar la vía, nos queda un largo casi casi a tope de cuerda. Se trata de un V muy sencillito y con muchas posibilidades de protección. La reunión arriba del todo la montamos también sobre un árbol.

Una vez llegados a este punto nuestra intención era terminar la actividad incluyéndole otros tres largos más, subiendo por La Mujer de las Cavernas. Sin embargo, no conseguimos encontrar el camino bueno para bajar hasta el inicio de vía y añadido a esto, desde la parte de arriba contamos al menos 7 buitres en ese paño de roca por lo que finalmente, decidimos no meternos.

En conclusión, buena jornada para recuperar sensaciones después de las más que poco productivas vacaciones de semana santa, jeje. Aunque no es de las más recomendables de Ranero, la vía nos ha gustado, en especial el primer largo.

Recién finalizada la vía y después de las últimas trepadas, en el jardín superior en la parte de la derecha encontramos una línea aparentemente virgen, la abrimos y la llamamos Nunca he dejado el rock'n'roll. Aquí os dejo el reportaje.