MURCIANA AL PISÓN | RIGLOS

Después del parón navideño y de los exámenes llegaba la hora de sacar de nuevo la cuerda y los cacharros para embarcarnos en algún proyecto loco.
"El viernes pido libre y nos marchamos a Riglos" me decía Urko, y yo: "No Urko tío, no puedo el viernes...", Urko:"¡Pues el lunes!". Dicho y hecho. Estuvimos todo el fin de semana atentos a las predicciones meteorológicas (que no eran las mejores) y por fin el domingo a última hora decidimos que sí que íbamos a Huesca.

Me despierto a las 4.30 de la mañana y rápidamente lo primero que hago es buscar en Internet el tiempo para hoy. Mierda. 4 alertas por nieve en Araba y Navarra, temperaturas de entre -1 y 2ºC y lluvia y alguna nevada en los mallos de Riglos (0.3mm durante todo el día). Contra todo pronóstico, aún así decidimos intentarlo.

Durante todo el viaje atentos al termómetro y a la carretera, hasta que por fin marca los temidos 0ºC y lo que hasta entonces había sido lluvia ahora se convierte en nieve que poco a poco va cubriendo el asfalto.


"Jodeeeeer, qué frío vamos a pasar..." "Que no, que no, que Riglos es cara sur y eso es caballito blanco". Mucho cachondeo en el coche para amenizar el viaje, que cada vez estaba siendo más lento debido a las condiciones de la carretera.

Por fin entramos en Huesca y desaparece la nieve (aunque eso sí, la lluvia no cesa). Poco a poco nos lo estamos creyendo.

Con los primeros rayos de sol comenzamos a ver roquitas a un lado de la carretera y al otro, hace un rato que ha dejado de llover y finalmente, después de girar una curva nos encontramos con los mallos de Riglos gobernados por el Pisón. Allí arriba esta nuestra meta. Aparcamos el coche en el parking del pueblo y nada más bajarnos le echamos un vistazo rápido a toda la preciosa zona y especialmente a los 300m de pared vertical del Pisón. "Pues no es para tanto" comentamos o "me lo esperaba más impresionante" jajaja, como se nota que somos de Bilbao...

Cara sur del mallo Pisón y croquis de la Murciana (Mundo Vertical)

Todavía está amaneciendo, y además hay bastantes nubes que nos tapan el sol, de modo que empezamos a preparar todo el material a buen ritmo para a ver si somos capaces de entrar en calor.

Llegamos a la base de la Murciana, nos habían comentado que la primera chapa estaba en Cuenca. Buenooo... tampoco es para tanto, aleja, sí, pero no tanto como nos esperábamos. La vía en general aleja bastante, pero allí donde pueda haber un pasito está protegida con parabolts. Escalamos el primer largo (un diedro de 50m de 6b) que todavía estaba a la sombra. ¡Qué frío! los dedos entumecidos y completamente insensibles. A eso hay que añadirle que no tenemos ni idea de agarrar los bolos y que apretamos más de la cuenta en cada paso que damos. No obstante llegamos a la primera reunión sin más problemas.
Por fin se van las nubes y el sol y nos calienta un poco la espalda. Cómo cambia escalar en estas condiciones. Ya nos funcionan los dedos y poco a poco le vamos pillando el truco a eso de agarrar los bolos rigleros. ¡Ahora ya sí que empieza el disfrute!

El día es inmejorable: solete, buena temperatura y esa sensación de estar tu solo en el monte. No había ningún coche en el aparcamiento y no hay nadie escalando en ninguno de los mallos (lógico por otra parte, es lunes y la predicción era desastrosa). Llegamos a la tercera reunión y nos ponemos a hacer unas fotillos mientras comemos unas barritas y bebemos un poco de agua.






Seguimos escalando otro par de largos más y otra paradita para beber agua en la quinta reunión. Ya se empiezan a notar la falta de sueño, de comida y los metros escalados. Las fuerzas flaquean. Por delante nos quedan dos de los largos más duros de la vía y no vamos mal de tiempo, pero tampoco bien.

Seguimos con la escalada. Me dispongo a afrontar el último de los largos (6b+) y según empiezo se pone a nevar. Perfecto. Mientras iba subiendo no le di mayor importancia pero cuando llego a la reunión (por llamarlo de alguna forma) y me pongo a asegurar a Urko la nieve me empieza a caer en toda la cara. Menos mal que eran cuatro copos mal caídos que si nos llega a caer bien...

Urko saliendo del último largo

No te quejarás Urko que te llevas la mejor foto del día...

A las 4 de la tarde estamos en la cima y ahora sí que está nublado, hace frío y hay fuertes rachas de viento. No obstante, la foto obligada de gudaris hay que hacérsela, así que nos quitamos la camiseta para la foto:

Cima del mallo Pisón con el Fire al fondo

No teníamos muy claro por donde descender del Pisón. En un principio queríamos bajar por la cara norte (Descenso de Verano que le llaman) ya que eran solamente 4 rápeles y lo haríamos más rápido, sin embargo íbamos a pasar bastante más frío. Hicimos el primer rápel de 60m a tope de cuerda y llegamos al colladito donde se encuentran los demás rápeles. Mientras bajaba Urko: ¡pum! ¡pum! ¡pum!, no me lo puedo creer, se ha dejado el bolsillo abierto y su móvil ha pasado a menos de dos metros de mi. Se cae por la cara sur precipitándose 240m hacia el vacío. Ya no hay duda, bajamos por la bajada normal del Pisón con la falsa esperanza de encontrar aunque sea la tarjeta SIM. La verdad es que no tenemos ningún problema en llegar al suelo. La línea de rápeles es muy evidente y además está equipada con enormes cables a modo de pasamanos (para los torpes... jeje).

Recogemos las cuerdas y vuelta para el coche. Guardamos todo y vuelta para casa.

Cuando por fin creíamos que todo había salido en contra de todas las expectativas (la verdad que hasta no estar escalando el primer largo no teníamos nada claro que pudiésemos conseguirlo), en la autopista entre Araba y Navarra a 50km/h detrás del quitanieves... ahora sí que está nevando fuerte, aunque escuchando el Master of Puppets de Metallica todo se hace más llevadero.

Nuevo reto conseguido: ya hicimos en octubre la naranjada en el día y ahora tocaba la riglada. Especial mención a Peru por habernos dejado las cuerdas dobles y el pato sin las que, sí que podríamos haber subido, pero no bajado. Mila esker gudari, Mapalé!