Ha pasado más de una semana y por fin he encontrado un huequecito para escribir la crónica:

El viernes pasado salíamos Urko y yo después de trabajar hacia Huesca; el objetivo esta vez era alcanzar la cima de uno de los gigantes del Pirineo: el Balaitus. El plan inicial era hacer la Cresta del Diablo el sábado, vivaquear y al día siguiente realizar la Cresta de Costerillou y hacer cima en el Balaitus, sin embargo, las predicciones meteorológicas son bastante inestables para el domingo, por lo que decidimos acortar la actividad y tan solo escalar la segunda cresta el sábado, para así poder coronar este majestuoso monte.

A eso de las 8 aparcamos en el embalse de la Sarra, preparamos las mochilas y comenzamos a patear en dirección a Resposmuso. No sabemos muy bien con que condiciones nos vamos a encontrar al día siguiente, de modo que llevamos todo el material invernal. La verdad que después de madrugar y estar todo el día currando, la aproximación con bota rígida no es lo que más apetece a estas horas, pero es lo que toca, así que para arriba.

Paradita para beber agua

En algo más de dos horas llegamos al ibón de Respomuso. Debido al frío que hace, rápidamente buscamos un lugar medio decente para vivaquear, cenamos y enseguida nos echamos al saco, mañana toca día largo.

Suena el despertador a las 6 de la mañana. Desayunamos, preparamos todos los bártulos y nos encaminamos hacia el refugio; ambos llenamos las cantimploras y comenzamos la aproximación de subida al Balaitus. Al principio se remonta una loma para después pasar a una zona de pedreras en la que nos basta con seguir los hitos para no perdernos (la verdad que creíamos que iba a haber bastante más nieve).

En unas 2 horas más o menos llegamos a la base de la Brecha Latour, se supone que es la subida normal al Balaitus, y es el camino por el que si todo va bien debemos de bajar después. Nosotros sin embargo no tomamos esa dirección y continuamos andando hasta llegar a una zona en la que ya se empieza a ver el ambiente de lo que nos espera. Por delante nuestro va otra cordada de dos madrileños con los que nos hemos cruzado. Al verles un poco indecisos les preguntamos si ya van a sacar la cuerda, pero finalmente los 4 subimos desencordados hasta la Aguja de Ussel. Urko el cabrón optó por ponerse los gatos y subió por una placa de roca bastante compacta, yo sin embargo preferí tirar con la bota rígida y me metí por un diedro que estaba podridísimo, serían trepadas de II/III, fáciles pero en las que hay que ir con mucho ojo pues al ir sin cuerda no te puedes permitir dar un paso en falso.

Al inicio de la trepada


Urko con el Balaitus al fondo

Yo subiendo a la Aguja de Ussel

Finalmente alcanzamos la primera cumbre por encima de los 3000 metros: la aguja de Ussel, que es desde donde se empieza a hacer la Cresta de Costerillou.

Urko y yo a 3022 metros

Es en este punto en el que nos ponemos la cuerda. Desde aquí se realiza un sencillo destrepe, se pasa por una especie de tunelcillo y comienza el cresterío. Hay un montón de posibilidades de protección: los cacharros se quedán hasta tirándolos en este granito (no es coña, yo lance un fisu en una grieta y se empotró) y la existencia de grandes gendarmes permite la colocación de lazos para protegerse o incluso montar reuniones. Sin más, tampoco voy a entrar mucho en detalle porque el grado no es muy complicado y la verdad que es bastante obvio seguir el recorrido.

Cresteando con nuestros compañeros madrileños (Aguja de Ussel al fondo)

Nosotros la mayor parte de la cresta la hicimos por el lado francés, excepto una cortita bajada que o bien se destrepa o bien se puede rapelar desde unos clavos, que está vez si que cae hacia el lado español. Desde aquí un par de larguitos más (IV o así) y llegamos a la Torre de Costerillou a 3049 metros.

Urko en la canal antes de la Torre de Costerillou

Para bajar de aquí hay montado un pequeño tingladillo desde el que se realiza un rápel de unos 15-20 metritos hasta una repisa desde la que se continua la cresta, esta vez mucho menos afilada pero sin embargo tanto a Urko como a mi nos pareció la parte mas guapa.

Ya casi al final

Yo terminando la cresta

Una vez terminada toda la arista, paramos a beber un trago de agua, a reorganizar el material y ahora sí, emprendemos la marcha hasta la cima del Balaitus, la que alcanzamos a las 14:45 más o menos y en la que no puede faltar la ya mítica foto de gudaris con la bandera KATUOINEKIN.


Foto de gudaris


Urko fumando en la cumbre del Balaitus


Yo un poquito más alto...

Después de descansar, comer un poco de fuet y beber agua, ya toca bajar. Nos dirigimos hacia la Brecha Latour desde la que se rapela. Habíamos leído que en 5 rápeles se llegaba al suelo, pero nosotros lo hicimos medio rapelando, medio destrepando, medio arrastrándonos por el canal que tiene algo de nieve (algún momento de tensión ya tuvimos... jeje, que le pregunten a Urko si no).

Una vez con los pies en suelo toca bajar hasta el refu... que agonía, no hemos pisado apenas nieve, y ya se está empezando a notar el sobrepeso tanto de los crampones como del piolo, no obstante, sin duda alguna la peor agonía es la de las botas rígidas... Con las últimas luces del día llegamos baldados perdidos a Respomuso, llenamos las cantimploras de nuevo y vamos a recoger las mochilas al vivac. Si no llega a ser porque mañana juega el Athletic (¡menos mal que por lo menos le ganamos al Sevilla!), nos hubiéramos quedado a vivaquear de nuevo allí, pero en está ocasión toca volver al coche. Tan solo son 8km, pero a mi personalmente se me hicieron interminables. A eso de las 9 de la noche, 25 largas horas después estamos de nuevo en el embalse de la Sarra y desde aquí vuelta para Bilbo.

En conclusión, la Cresta de Costerillou nos pareció muy guapa y con ambientecillo, nos quedamos con ganas de subir por los afilados dientes de la del Diablo (ya caerá...). Hemos hecho cumbre en uno de los montes al que hacia tiempo que ya le teníamos ganas, y si bien la cresta igual si que se nos ha quedado un pelín corta, la actividad en su totalidad ha sido de 10. Volveremos.