El fin de semana pasado la mala meteo nos obligó retornar a este rincón tan especial de la escalada en roca: los Mallos de Riglos. La vía elegida en esta ocasión es la mítica Rabadá-Navarro que surca el atractivo espolón del Fire en 12 largos de cuerda. A pesar de que la dificultad no sobrepasa en ningún momento el 6b, esta línea es famosa por su enrevesado recorrido y alto grado de exposición...
Salimos de Bilbo
Llegamos y ya asoman los mallitos
Después de una copiosa cena y alguna que otra birra nos echamos a dormir. Al día siguiente suena el despertador a eso de las 6.30 de la mañana. Tras desayunar, recoger y preparar todo el material a las 8:15 estamos en la base de la vía, a los pies del majestuoso y vertical Fire.
Preparados para salir
¡Empieza el día!
No voy a entrar mucho en materia en las descripciones de los largos, ya hay bastante información (y muy buena, por cierto) en Internet. Sin más, comentar que a pesar de su escaso equipamiento, sí que abundan los puentes de roca y los clavos viejos, que quizás no sean seguros tan fiables como los parabolts o spits, pero nos ayudan a no salirnos de la línea y poder seguir fácilmente el recorrido. Eso sí, las reuniones en la parte inferior todas equipadas con expansivos y en la superior a veces, de spit o parabolt, hay un poco de todo.
En general el recorrido es bastante evidente; mucha travesía esquivando panzas y buscando siempre las debilidades de la pared. En ambas panzas tanto de 6b y en algún otro punto del recorrido también vamos a encontrarnos parabolts, por lo que la vía no llega a ser tan comprometida como teníamos entendido. En los últimos largos sí que puede que haya algo más de aleje entre seguros, y esto nos obliga en cierto modo a ir navegando para no salirnos del camino correcto. Sin embargo la escalada no es complicada, por lo que no sientes ese miedo de que el último clavo o cordino ya se va quedando cada vez más abajo... La verdad que a nosotros se nos dio francamente bien, en menos de 6 horas nos encontrábamos en la cima de Fire, disfrutando del espectacular día que nos había salido y preguntándonos cómo coño se bajaba de allí.
Para las 4 de la tarde ya estábamos tiradísimos de nuevo en la furgoneta, cambiamos las cuerdas dobles por la de friki y, previas cervezas obligatorias en el bar del pueblo, nos vamos a la norte del Pisón a escalar otra vía: La idea inicial era hacer "Mi padre tiene sed" pero finalmente nos decantamos por los dos primeros largos de "Tiempos nuevos tiempos difíciles" (o algo así) para empalmar con los últimos de "Mi padre tiene sed", bonita combinación para acabar un bonito día, sin duda.
En primer lugar seguimos el camino con la línea negra y después el de la línea roja
Desde aquí aprovecho para agradecer a las cordadas que hicieron El Puro, en especial a Carlos de Santander y a unos chicos catalanes (Xavier y su compañero de cordada, siento no recordar el nombre), por las magníficas fotos que nos hicieron desde la pared, brillantes.
Aquí os dejo unas cuantas para que les echéis un vistazo rápido:
Foto de cordada en la R2
Yo llegando a la segunda reunión
Urkel y yo posando en una de las reus de los largos iniciales
En el IV+
Foto del día para el señor Urko
Yo llegando a la R8
En la reunión antes del 6b; a nuestra derecha la Panza de la Francesa
Afrontando el paso de 6b
Yo escalando el 6b
Urko llegando a la reunión del 6b
En la R justo antes del 6a+
Urko en los primeros metros del décimo largo
Terminando el largo número 10
¡Cumbre!
Foto de gudaris
Fotón en la cima del Fire, eskerrik asko
En pocas ocasiones hemos gozado de tan amplio reportaje fotográfico, de nuevo ¡muchas gracias!
Para concluir la entrada como siempre un intento de pintar el recorrido por el que hemos ascendido la pared. A pesar de que las tiradas no sean muy largas, conviene no empalmarlas, ya que la cuerda nos rozaría bastante; además vienen muy bien las cintas largas...
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