El Hilo de Ariadna era una vía que llevaba persiguiendo ya bastante tiempo. Se trata sin duda de una de las mayores joyas invernales de los Picos de Europa, no solo por su maravilloso recorrido, si no también por lo complicado que es encontrarla formada y en buenas condiciones.
Croquis de El Hilo de Ariadna
Sinceramente he de confesar que se había convertido en una de esas líneas que ya me había mentalizado que nunca iba a conseguir hacer; cuando se forma (si se forma) no hace buen tiempo, si hace buen tiempo no hay compañero, y si hay compañero surge cualquier otro imprevisto, siempre.
No en esta ocasión. Se han alineado los astros y por fin he conseguido engañar a Koldo para que me acompañe a ascender por El Hilo de Ariadna.
El día no pinta nada bien. Hemos amanecido con bastante viento y unas nubes cerradas que no auguran nada bueno. Comenzamos a aproximar y no para de llover. Mierda. Llegamos hasta La Vueltona y ya se intuye el churro de hielo del anteúltimo largo. Joder, joder... hay que subir sí o sí que parece que hay buen hielo allí arriba.
Dejamos las mochilas, nos ponemos los crampones, el arnés, toda la ferretería y empezamos a subir hacia la canal Alucinante.
Yo llegando a La Vueltona
La nieve de la primera pala parece que está más dura de lo que nos creíamos y subimos bastante más rápido de lo esperado. Llegamos al inicio de la canal Alucinante y la rimaya de entrada es mínima. Ganamos metros a muy buen ritmo y enseguida alcanzamos el desvío a derechas en el que se abandona la canal Alucinante para atacar a El Hilo de Ariadna.
Yo en la entrada a la Alucinante
Koldo en la canal
Desde aquí comienza una goulotte (60º) que poco a poco se va estrechando. La roca a ambos lados está completamente tapizada por una capa de hielo y nieve venteada que le da un aire patagónico brutal.
Alcanzamos el primer resalte que está más o menos formado y montamos la primera R de dos tornillos cortos (10 y 13cm). La verdad que la nieve está muy dura y el hielo es excepcional. Salimos rápido y en ensamble (75º máx.) hasta los pies de la cascada. Se supone que hay tres clavos para montar la reunión, pero está toda la roca completamente tapada y no los encontramos (la verdad que ni nos molestamos en buscarlos). Hacemos la R en el propio hielo con dos tornillos también.
Koldo llegando a la reunión
Yo a los pies de la cascada asegurando a mi compañero
Selfie antes del largo
Aquí nos encontramos, por fin. No me lo puedo creer, hay un montón de hielo y está perfecto. Comienzo a escalar clavando los piolets con una sonrisa de oreja a oreja.
Yo escalando El Hilo de Ariadna
Termino el largo y cojo a mi compañero que sube disfrutando también como un niño pequeño.
¡¡¡Koldo gozando!!!
Reunión de dos tornillos y un piolet
Para terminar nos queda una sencilla pala (40º) que hacemos también en ensamble y que nos deposita debajo de la mismísima cima de Peña Vieja. Gran colofón para una actividad de 10.
Koldo y yo después de escalar El Hilo de Ariadna
La bajada se hace por la normal de Peña Vieja, con cuidado porque la nieve está muy dura a causa de las fuertes rachas de viento. Bajamos por la Canalona y de vuelta a las mochilas.
Bonita panorámica bajando de Peña Vieja
En conclusión he de decir que me/nos ha encantado El Hilo de Ariadna. Como no, magnífica visión del aperturista Javier Sáenz que nos lleva por un itinerario idílico. Como el de todas sus líneas (qué voy a decir, si todo el que me conoce sabe que me encantan).
El material para la vía puede variar, pero nosotros llevamos:
- 8 tornillos de hielo
- 6 friends variados
- 2 clavos
- 10 cintas express
Sin embargo todo el material de roca fue completamente de paseo, ya que como digo, al encontrarse completamente tapizada no hubo opción de utilizarlo. Todas las reuniones y seguros intermedios los hicimos sobre tornillos.
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