Ya teníamos ganas de sentir el patio de Eguzkiarre bajo nuestros pies, de modo que para pasar la mañana del lunes, nos hemos animado Koldo y yo a visitar el magnífico valle de Atxarte. La idea inicial es subir por la Fisura Blanca y después continuar por una línea que en los croquis nos había llamado la atención: Jaia txikitu (7a).
Para llegar hasta la base de la Fisura Blanca, escalamos del tirón los dos primeros largos de la De Todos, que a pesar de que ya la tenemos bastante repetida nunca dejará de ser disfrutoso coger esas lajas gigantescas y ultrapulidas. La verdad que no había empalmado nunca estos dos largos, pero saltándote las chapas sale bastante bien de una tirada. La reunión la montamos en un químico y un parabolt con argolla a la izquierda del árbol del segundo largo de la De Todos, creo que es la R2 de la Rafita, pero nos viene al pelo para desde aquí atacarle a la Fisura.
Koldo y yo en la R2 de la Rafita, antes de la Fisura Blanca
Turno para el crack: comienza a escalar la Fisura agarrando esos cantazos en ese desplome y con ese ambientazo tan especial de Eguzkiarre. ¡Vaya pose! ¡Qué estilazo! no le he hecho ninguna foto porque tenía que pillarle, aunque total para nada; la ha reventado a vista.
Koldo en la R de la Fisura Blanca después de crujirla
Me toca. A pesar de que ya hice la vía en su día con el Raulzio, no me cansaré de repetirla, como si tengo que volver mañana otra vez; coger esos cazos en ese desplome, mirar hacia abajo y disfrutar del vacío, volar pies de un lado a otro... en definitiva, gustarse. Llego a la R más incómoda de todo Atxarte y resulta que la vía que queremos hacer ¡no está! Sacamos los croquis y las únicas chapas que se ven pertenecen al segundo largo de la Fisura Blanca (6b o así creo). ¿Le damos a ese 6b? Nos lo pensamos, pero no tenemos mucho tiempo y al no tener muy claro por donde bajar una vez terminado ese largo, decidimos finalizar el día saliendo por la De Todos. Habrá que estudiarse bien los croquis y regresar otro día con más calma y menos prisa y, o bien probar el segundo largo de la Fisura Blanca o bien adivinar donde está la Jaia txikitu.
Nos arrastramos por la chimenea del cuarto largo de la De Todos (no sé qué pasa pero cada vez que subo por aquí lo hago peor) y una vez terminado pillo a Koldo que mucho se reía de mí, pero también viene resoplando... jajajaja.
Para acabar, rapelamos por la parte de atrás y chocolatina de sorpresa para abrir boca antes de ir a casa a comer.
Chocolate de la victoria en Atxarte
En resumen: a pesar de no haber probado nada nuevo, me voy con muy buen sabor de boca, lo digo y lo repito, no me cansaré nunca de escalar la Fisura Blanca. Mis felicitaciones a Koldo que ha retomado un poco su perfil más alpino y sobre todo por pasearse por la vía. Sin embargo, queda pendiente ese segundo largo, que si no lo hacemos ya Deivid va a acabar explotando y nos va a retirar la palabra: ¡¡LAS MANOS A LOS BOLSILLOS!!
Recorrido seguido una bonita mañana de lunes
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