Nos vamos del Verdon para conocer Aiglun, en los Alpes Marítimos. Hemos estado investigando un poco y no podemos marcharnos sin probar la vía L'Artisan du Huitième Jour.
La pared de Aiglun se trata de un muro de roca caliza situado justo encima de un barranco. A mi personalmente me recordó bastante al Tozal del Vero, por su ubicación, dimensiones y aspecto piramidal.
Llegando a Aiglun
Croquis de la vía
Pero bueno, al lío:
La vía comienza (7b+) por un bombo desplomado que en frío nos va a hacer apretar más de la cuenta. Después una corta pero técnica travesía nos depositará a los pies de un diedro desplomado donde no conviene relajarse, ya que a ambos nos pareció más cabrón de lo que a simple vista puede parecer.
Arizio en mitad del diedro
El segundo largo (6c) se trata de una placa de roca naranja, muy fácil y disfrutona que nos lleva en algo más de 30m hasta la R2.
Yo en la placa del segundo largo
El tercer largo (7b+) personalmente nos pareció el más duro de todo el recorrido. Una sección de chorreritas finas y desplomadas, algún tridedo tallado y un paso de fe agarrando el arbolito que está a mitad de largo nos dejan bajo la impresionante columna negra donde se concentran las mayores dificultades. Me recordó al primer largo de London Calling en Ranero. La reu se monta en el árbol superior (parabolts).
Arizio en la columna
Yo agarrando el tronco
El cuarto largo (7b) es un corto muro desplomado con chorreras que bien podrían encontrarse en el sector Korea de Araotz.
Arizio y yo en la R4
El quinto largo (6c+) es también una corta tirada que atraviesa a izquierdas bajo el techo que tenemos sobre nuestras cabezas.
Yo llegando a la travesía
El sexto largo (6b+) se trata del más fácil de toda la vía. Unos 30m de placa preciosa remando de agujero en agujero.
El séptimo largo (6c+) también es bastante corto y nos deja debajo de un muro rojo.
Yo posando antes de entrar a la R7
El octavo largo (7a+), a ambos nos ha parecido el mejor de todo el recorrido. Roca roja con agujeros y pasos super estéticos. Una auténtica maravilla.
Arizio escalando el 7a+
El noveno largo (7a+) diríamos que es el último. Un bombo que, con algunas presas si no talladas, algo retocadas... nos lleva hasta la cima de la pared.
El décimo largo (III) se trata de una travesía hacia la derecha para abandonar el vacío y poder quitarnos el arnés.
Arizio y yo después de terminar L'Artisan du Huitième Jour
Para bajar, la verdad que creíamos que era más complicado de lo que realmente resultó. Basta con seguir la marcada senda primero hacia abajo y después con tendencia hacia la izquierda (hay hitos). Pasaremos alguna pedrera suelta y un pasito un poco aéreo en travesía (pies muy engomados) y ya enseguida encontraremos una senda muy marcada hasta conectar con el camino de subida normal al Mont Saint Martin. Desde aquí ya sin pérdida de vuelta al pueblo de Aiglun.
El descenso, más o menos...
En resumen, he de decir que ha sido una muy grata sorpresa descubrir Aiglun. La vía ambos nos ha fascinado y si bien no es completamente natural (de ahí su nombre), la calidad y el recorrido nos han dejado a los dos con muy buen sabor de boca. En cuanto al material, nosotros fuimos con una cuerda simple para escalar y otra auxiliar para el petate. Tan solo subimos cintas expres ya que se encuentra completamente equipada con parabolts. Pura deportiva.
Para acabar el viaje, a pesar de que la piel ya nos va pidiendo algo de tregua decidimos escapar tres días a la zona de Catalunya, para poder escalar en Siurana y el Montsant. Perfecto colofón final.
¿Un poquito de crema?
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