Después de disfrutar de las buenas condiciones de hielo de los Ecrins, la repentina subida de las temperaturas nos hace abandonar los piolets y nos escapamos hacia la costa del sur de Francia para poder escalar en este paraíso de acantilados y roca caliza que son Les Calanques, justo al lado de Marsella.
Yo en el primer largo
Para ser la época del año que es, la verdad que hace bastante calor, por lo que elegimos una cara oeste. La vía escogida se llama Au Delà de la Verticale y se encuentra en una gran bóveda conocida como "Concave". Desde el aparcamiento de la universidad de Luminy, en 1h más o menos llegamos a pie de vía.
Nos cambiamos, nos atamos y comenzamos a escalar. Los primeros largos discurren por una placa de roca blanca, hasta la R2. A partir del tercer largo la tónica cambia radicalmente y nos mete de lleno en el gran desplome que caracteriza a la pared. La escalada se vuelve cada vez más atlética y la roca va cambiando hacia una tonalidad marrón. Canto, canto, canto y pies al aire; una escalada que nos recuerda al ambiente de las paredes de los Mallos de Riglos.
Yo en la R4
La verdad que la vía no tiene ninguna pérdida, se encuentra completamente equipada con químicos y sin grandes distancias entre seguros, por lo que a pesar de su dificultad en libre (7b+), el grado obligado no pasa de 6b+.
Bonita forma de terminar nuestra andadura por tierras francesas, de los Alpes al Mediterráneo.
La Concave vista desde la cima
Topo de Au Delà de la Verticale
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