Viernes por la tarde y volvemos a Atxarte; ayer anduvimos por Aurrekoatxa dándole a la deportiva de modo que hoy toca colgarse en Eguzkiarre. Hemos decidido subir por una combinación de Julai de Plastilina (6b), Amadeo-Peque (6b) y la Begoña (6c).

Listos para salir

Aparcamos junto a las canteras y después de preparar el material aproximamos hasta la base de la pared bajo un sol abrasador. Con una sudada monumental empezamos a escalar: Comenzamos por la Julai de Plastilina que se sitúa más o menos a medias entre la María y la De Todos. Tiene un cordino negro al inicio que bien puede servir de R0, en caso de necesitarlo (¡ojo! que hay más cordinos negros en la base de otras vías). El largo consiste en una placa negra-grisácea de esas de gotitas de agua, típica atxartera, pero con un toque también parecido al de El Camino de Ramales: largazo, sin duda. No se si es debido a que no hemos calentado, al agobiante calor o a que llevo una mierda de semana en el curro, pero a mi personalmente me hizo apretar más de la cuenta para poder encadenar.

Saliendo de la placa de gotitas de agua (¡qué sudada!)

Selfie desde la reu

Urko y yo en la R1

El segundo largo discurre con tendencia a la izquierda, siguiendo una línea de cantos gigantes sobre una caliza excepcional. Tiene un pequeño pasito en travesía hasta un parabolt debajo de un techito y desde aquí en recto hacia arriba hasta otro pasito fino de placa justo antes de un spit (ambas secciones bien protegidas por expansivos, sin problema). Una vez pasado este, llegamos a la clásica travesía que cruza la pared de Eguzkiarre, siguiendo las chapas, en unos pocos metros llegamos a la R2, común con la María, si no recuerdo mal. 

Urko asegurándome en la R1

Urko escalando la Amadeo-Peque

En la travesía

Yo en la repisa de la R2

Experimentando nuevas perspectivas

El tercer largo es un V bastante sencillo pero muy herboso. Sí que encontramos algún que otro parabolt durante el recorrido, pero en su gran mayoría lo que principalmente vamos a chapar son clavos viejos roñosos. Al loro con el rozamiento de la cuerda porque zetea mucho, por lo que si se va en simple es recomendable llevar chapas largas o no utilizar todos los seguros. La reu se monta en un pequeño nicho justo a la derecha de la Chimenea (un parabolt y dos spits con un clavo con cadena).

Desde esta R, salimos escalando hacia atrás por la pared de la derecha. Pasamos en travesía por debajo de todo el desplomado hasta que a la vuelta, cuando ya no vemos al compañero, enfilamos el diedro en el que se encuentran los tramos más duros del largo. Menuda clavada que lleva, se supone que en artifo sale V/A1, pero se puede escalar completamente en libre; eso sí, olvidarse de chapar los clavos porque si no se vuelve agónico. Ambos le pegamos buena peleada para poder encadenarlo, pero sinceramente la Begoña es un largazo 5 estrellas, nada que envidiar a La Roja y otras vías del estilo. La reu son dos parabolts en la cresta superior de Eguzkiarre.

Urko y yo al final de la vía

Yo haciendo el buitre

En conclusión de la tarde de hoy: muy bonita combinación de vías para escalar en uno de nuestros sitios favoritos. El primer largo sí que puede tener un corte algo deportivo, mientras que la tónica del segundo es claramente más alpina, típica de Eguzkiarre. El V se nota que es bastante antiguo, no solo por los seguros, si no por el trazado que sigue, buscando lo evidente, y el último es sencillamente sensacional, ideal para forzar el libre.

He de confesar que la idea de mezclar estas tres línea ha sido de Urko, de modo que todo el mérito para él ;)

Como siempre un croquis del camino seguido para ascender la pared:



A la bajada, parada obligatoria en Olondo a tomar la sagrada cerveza y vuelta para casa, que mañana arranca Aste Nagusia y hay que descansar para ¡¡salir a muerte y liarla un poco en las jaias de Bilbo!!

EGURRE!