Como la meteo ya se medio fastidiaba por el Piri y además Urko y Jabi nos han comentado que van a pasar el fin de semana escalando en Riglos, después de comernos una buena hamburguesa y una sepia en Aínsa, finalmente decidimos dirigirnos hacia el reino de los mallos para estar todos juntos.

Escalando en Riglos bajo un sol de justicia

Quedamos directamente en el parking del pueblo, cenamos algo y nos vamos a dormir. Al día siguiente nos levantamos sin despertador y después de un copioso desayuno los cuatro ponemos rumbo a la Visera. Urko y Jabi se meten en la archiconocida Fiesta del Biceps, mientras que Mitx y yo nos decantamos por la Popeye, unos pocos metros más a la derecha; entre la Fiesta y la Mosquitos.

Urko en el primer largo de la Fiesta

Mitx en la R1 de Popeye/Zuzen

La verdad que no hay muchos detalles que comentar acerca de la Popeye; completamente equipada con parabolts, la vía comparte el primer largo con la Zuzen y un trozo del quinto largo con la última tirada de De Naturaleza Salvaje. A parte de esto, todo lo demás se trata de una escalada muy lógica, intuitiva y fácil de seguir; remando de bolo en bolo en busca del magnesio (no tan abundante como en su vecina la Fiesta, pero sí que hay bastante).

Recuperando el segundo largo

Jabilis apretando

Repartida en 6 largos, surcamos este gran desplome con dificultades de hasta 7b+. El día se presenta caluroso y el sol nos acompaña a lo largo de toda la escalada. A pesar de ello, tanto Mitx como yo, ambos somos capaces de encadenar la ruta entera a vista poniéndole una maravillosa guinda final a las vacaciones. Al día siguiente nos vamos a la foz de Escalete para rematar haciendo unos larguitos de deportiva y vuelta para casa.

 
Terminando el tercer largo de 7b

Se acabó lo que se daba

Iba a pintar un croquis, pero después de indagar en la red he encontrado uno muy bueno. Obtenido del blog de Pablo Velasco, aprovecho para compartirlo también aquí con su permiso.

Croquis de Popeye en Riglos